Estudio libro de Hechos: Capítulo 5

¡Hola Teófilitos y Teófilitas!

Antes de leer oramos al Padre para que abra nuestro entendimiento y con la ayuda de Su Espíritu nos guíe en este estudio.

Después de esto, leemos el capítulo que nos corresponde el día de hoy.

Meditemos en el texto:

Había cierto hombre llamado Ananías quien, junto con su esposa, Safira, vendió una propiedad; 2 y llevó solo una parte del dinero a los apóstoles, pero afirmó que era la suma total de la venta. Con el consentimiento de su esposa, se quedó con el resto.

En capítulos anteriores vemos una iglesia muy unida, los que tenían propiedades, las vendían y todo lo repartían entre los apóstoles y de esta manera, nadie pasaba necesidad; Todos lo hacían por voluntad propia.

Como lo hizo Bernabé, que cuando vendió sus propiedades o hizo como lo dice la palabra en 2 Corintios 9:7 Cada uno debe decidir en su corazón cuánto dar; y no den de mala gana ni bajo presión, “porque Dios ama a la persona que da con alegría” NTV

El error de Ananías y su esposa fue el mentir, Pedro al confrontarlo, le hace la aclaración que no le han mentido a ellos, sino al Espíritu Santo; le han mentido a Dios.

Examinemos la situación: En la antigüedad se escogían lo nombres con mucho cuidado, ya que el significado del nombre marcaba o distinguía mucho la forma de ser de una persona, y aún hoy; el nombre de Ananías significaba gracia de Dios y Safira mujer de gran valor.

Ellos ya tenían la gracia de Dios por nacimiento, y decidieron abusar de este privilegio, pensando que no iba a adquirir consecuencias por sus actos; porque pensaron que nadie se enteraría de lo acordado entre ambos; pero Dios que puede discernir aún nuestros propios pensamientos más íntimos, lo sacó a la luz.

Cuando Pedro le cuestiona a Ananías ¿Cómo pudiste hacer algo así? Y le argumenta ¡No nos mentiste a nosotros sino a Dios!»

Safira siendo la esposa de Ananías, debió haber sido la ayuda idónea para él, y haberle dado un sabio consejo, no permitirle mentir; pero lastimosamente fue de manera contraria y ambos cayeron en la mentira.

Las mujeres están llamadas a ser como dice proverbios 14:1 La mujer sabia edifica su hogar, pero la necia con sus propias manos lo destruye.

Si eres casada examínate y pregúntate: ¿Eres esa mujer sabía, que se convierte en ayuda para su esposo, le da buenos consejos e intercedes por él?

Más adelante; Pedro le pregunta a Zafira de manera individual, por el precio de la venta de la propiedad: A lo que ella afirma la mentira de su esposo, Pedro lleno de desilusión les cuestiona ¿Cómo pudieron ustedes dos siquiera pensar en conspirar para poner a prueba al Espíritu del Señor de esta manera?

Si hoy, estudiando este verso, estás siendo confrontado a examinar tu comportamiento piensa en este verso:

Proverbio 28:13 El que encubre sus pecados, no prosperará: Mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia.

¿Qué decisión vas a tomar? , ¿Vas a seguir el ejemplo de Ananías y su esposa? O te vas a apartar de la mentira y del mal consejo.

¡No seamos partícipes de la mentira!

Te invitamos a que, en tu oración, haya una petición, donde le digas al Padre: Guárdanos Señor, de tener esa apariencia de piedad, de querer agradar más a los hombres que a ti Padre, a ser sabios para dar consejeros y a nunca querer burlarte del Señor.

Dios nos da infinitas oportunidades de arrepentimiento,

Romanos 6: 23 Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.

¡Con la gracia de Dios no se juega!, esto se reflejó en estos 2 personajes, no puedes estar cómodo con el pecado y mentir. Esto no glorifica Dios. No podemos maquillar lo que hacemos, Nuestro Padre lo conoce todo y lo sabe todo; Que en nuestro corazón allá temor de Dios, ese respeto, reverencial, de querer agradar a Nuestro Creador, ¡no miedo!

Cuando continuamos con la lectura del versículo vemos, que muchos creían, y buscan ser sanados, porque la fe y las bendiciones era tan grande que hasta la sombra de Pedro sanaba.

Verso 14 y 15: Sin embargo, cada vez más personas—multitudes de hombres y mujeres—creían y se acercaban al Señor.

Como resultado del trabajo de los apóstoles, la gente sacaba a los enfermos a las calles en camas y camillas para que la sombra de Pedro cayera sobre algunos de ellos cuando él pasaba.

En oración pedimos, porque el día de hoy Señor siga respaldando la palabra, trayendo arrepentimiento, convicción en los corazones, para que se entreguen a Ti, para que la palabra sea compartida, como dice este verso, que más y más personas lleguen Ti, que crean, se acerquen más a Ti, que los corazones se afirmen en Ti Padre, que nos sigamos enamorando, que nos arrepintamos; no superficialmente si no de corazón, que decidamos rendirle la vida a Cristo.

Romanos 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios

Versos después nos indica que los apóstoles son encarcelados pero un ángel del Señor llegó de noche, abrió las puertas de la cárcel y los sacó. Luego les dijo: V. 20 «¡Vayan al templo y denle a la gente este mensaje de vida!». V.21 Así que, al amanecer, los apóstoles entraron en el templo como se les había dicho, y comenzaron a enseñar de inmediato.

Se les encomienda una misión Vayan, con valor, autoridad, con actitud y enseñen la palabra; guíen para que el Espíritu Santo de discernimiento en la comprensión de la lectura.

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Vemos que los apóstoles estaban haciendo lo que Dios le mando hacer, a predicar el evangelio y cuando se encontraban ejerciendo esta labor, el enemigo se levanta, porque al enemigo no le gusta que nos acerquemos a la verdad, ni mucho menos que ayudemos a otros, a quitarse ese velo de mentira y de muerte.

V. 28 El sumo sacerdote. ¡Les ordenamos estrictamente que no enseñaran nunca más en nombre de ese hombre! les dijo. En lugar de eso, han llenado a toda Jerusalén con la enseñanza acerca de él,

Pero Pedro y los apóstoles respondieron: V.29 Nosotros tenemos que obedecer a Dios antes que a cualquier autoridad humana.

V.41 Los apóstoles salieron del Concilio Supremo con alegría, porque Dios los había considerado dignos de sufrir deshonra por el nombre de Jesús. Y cada día, en el templo y casa por casa, seguían enseñando y predicando este mensaje: «Jesús es el Mesías».

PREGUNTAS PARA MEDITAR

¿Cómo es mi actitud, cuando le hablo a otras personas sobre Cristo?

¿Estoy siendo valiente para predicar la palabra de Dios? Si …. No…. ¿y porque crees esto?

¿Soy aquel que cumple, el propósito de hablar de Cristo?

¿Hoy que decisión voy a tomar?

Estaremos felices de recibir tus aportes.

Mil bendiciones

Devocional: “Teofilita” Ana María Restrepo

Resumen: Leidy Correa

Edición de texto: Ángela Riasco