Meditación Diaria: Juan 2

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Juan 2 - Reina Valera 1960

Las bodas de Caná

2 Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.

2 Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.

3 Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.

4 Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.

5 Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.

6 Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.

7 Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.

8 Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.

9 Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo,

10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; más tú has reservado el buen vino hasta ahora.

11 Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.

12 Después de esto descendieron a Capernaum, él, su madre, sus hermanos y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos días.

Jesús purifica el templo

13 Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén,

14 y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados.

15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas;

16 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado.

17 Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume.

18 Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto?

19 Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.

20 Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?

21 Mas él hablaba del templo de su cuerpo.

22 Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron de que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.

Jesús conoce a todos los hombres

23 Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía.

24 Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos,

25 y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre.

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MEDITACIÓN

V .1- 12 María al ver que en la fiesta se había terminado el vino, acudió al que todo lo puede y Jesús con su respuesta le estaba haciendo entender a María que todavía no había llegado su hora, esto nos tiene que llevar a pensar en los tiempos de Dios, a veces queremos cosas y no las tenemos por que no ha llegado la hora de recibirlas, no podemos cansarnos de esperar, porque en el tiempo de Dios, recibiremos de Él lo que estamos esperando, María misma se sujeta a Jesús entendiendo y mostrándole a otros que nuestra obediencia es solo para Jesús.

Nosotros somos esas tinajas, somos vasijas de barro, Jesús pidió que las tinajas estuvieran llenas de agua hasta el borde, y al igual que esas tinajas nosotros tenemos que estar de la Palabra de Dios en nuestra vida, llenos (el agua es una característica de la Palabra de Dios), si en nuestro corazón abunda la Palabra de Dios, al igual que estas tinajas estaban aptas para convertirse en vino, nosotros estaremos aptos para que Él Espíritu Santo nos llene (el vino es tipo de Él Espíritu Santo), cuando estamos llenos de Él Espíritu Santo, rebosamos de gozo.

Aclaración: Tengamos en cuenta que Jesús no convirtió el agua en vino, para que se emborracharan de hecho el vino era sin fermentar.

Una oración constante en nosotros es que more abundantemente la Palabra de Dios en nuestro corazón, porque es la Palabra la que nos sostiene en tiempo de prueba y tentación, tal como lo vivió el mismo Jesús en el desierto al ser tentado por satanás.

Todo lo que Jesús hace es perfecto, por eso el maestresala se sorprendió al ver que se dejo el mejor vino para el final de la fiesta.

El texto no dice claramente que Jesús se fue a Capernaúm con: Su madre – sus hermanos y sus discípulos, quiere decir entonces que Jesús tenia más hermanos, María tuvo más hijos, cumplió con su labor de esposa como debía ser, tuvo una familia y eso no le quita haber sido una mujer escogida por Dios para el nacimiento de Jesús y haber sido especial, de hecho la Palabra misma dice que todas las naciones la llamarán bienaventurada, pero nuestra vida tiene que estar completamente rendida a Jesús, nuestra oraciones no van dirigidas a ella, ni a los ángeles.

V. 13-25 A Jesús le dio celo santo, porque su casa se había convertido en un negocio y se enoja también por el abuso a las personas con los costos de las ventas. Tenemos que tomar la actitud de Jesús y cortar con todo lo que trae maldición a nuestra vida, ¿qué cosas tenemos que sacar de nuestra vida con ese látigo de la voluntad y el dominio propio?, oremos a Dios que renueve y transforme nuestro corazón, que su Palabra nos ayude a ser sensibles a su voz y obedientes.

Los Judíos no reconocieron la señal, la señal era el celo que Jesús tenia por su casa, porque esto ya estaba escrito, cuando Jesús habla de destruir y reconstruir el templo en tres días, se refería a Él mismo, a su muerte y resurrección.

Por medio de las señales muchos conocieron a Dios, pero el pasaje nos dice que Jesús no se fiaba de aquellos que decían rendir su vida porque vieron una señal, la Palabra dice muy claro que la fe viene por el oír la Palabra de Dios, no por ver, nosotros hemos creído porque hemos oído, por eso la importancia de tener contacto con la Palabra cada día.

Por último, nos dice que Jesús conocía el interior de sus corazones, esta es una característica de Dios que se llama Omnisciencia, si Jesús no fuera Dios no podría ser omnisciente.

Citas anexas

Eclesiastés 3:18

2 Corintios 4:7

Efesios 5:18

Colosenses 3:16

1 Timoteo 3

Lucas 1:48

1 Timoteo 2:5

1 Corintios 3:16

Salmo 51:10

Isaías 55:11

Eclesiastés 12:13

REFLEXIONEMOS

¿Reconoces las señales que Dios te da?

Si nosotros somos el templo del Espíritu Santo, preguntémonos ¿qué mercaderes (pecados- malos hábitos) llevamos dentro?

Estaremos felices de recibir tus aportes.

Mil bendiciones

Devocional: Ana María Restrepo

Edición de texto: Andrea Aguirre