Juan 4 - Reina Valera 1960
Jesús y la mujer samaritana
4 Cuando, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y bautiza más discípulos que Juan
2 (aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos),
3 salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea.
4 Y le era necesario pasar por Samaria.
5 Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José.
6 Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.
7 Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.
8 Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.
9 La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.
10 Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.
11 La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?
12 ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?
13 Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;
14 más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
15 La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.
16 Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.
17 Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;
18 porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.
19 Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.
20 Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.
21 Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
25 Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.
26 Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.
27 En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella?
28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:
29 Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?
30 Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él.
31 Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.
32 Él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.
33 Entonces los discípulos decían unos a otros: ¿Le habrá traído alguien de comer?
34 Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.
35 ¿No decís vosotros: ¿Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.
36 Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega.
37 Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.
38 Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.
39 Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho.
40 Entonces vinieron los samaritanos a él y le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días.
41 Y creyeron muchos más por la palabra de él,
42 y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.
Jesús sana al hijo de un noble
43 Dos días después, salió de allí y fue a Galilea.
44 Porque Jesús mismo dio testimonio de que el profeta no tiene honra en su propia tierra.
45 Cuando vino a Galilea, los galileos le recibieron, habiendo visto todas las cosas que había hecho en Jerusalén, en la fiesta; porque también ellos habían ido a la fiesta.
46 Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo.
47 Este, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir.
48 Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis.
49 El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera.
50 Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue.
51 Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive.
52 Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete le dejó la fiebre.
53 El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa.
54 Esta segunda señal hizo Jesús, cuando fue de Judea a Galilea.
MEDITACIÓN
V.1-10 Dice el texto que a Jesús le era necesario pasar por Samaria, Samaria quedaba en medio de Judea y Galilea, los Judíos tenían enemistad con los Samaritanos y estos preferían dar la vuelta o tomar un largo camino con tal de no pasar por Samaria, pero a Jesús no le importo y paso por Samaria, con esto Jesús nos muestra que nosotros no hacemos acepción de personas, Jesús no paso por allí por accidente, Él ya tenia planeado ese encuentro que iba a tener con la mujer samaritana, dice la Palabra que Jesús cansado por la larga caminata (Como ser humano Jesús se cansó), las mujeres iban a sacar agua en la mañana y en la tarde, nunca al medio día, ella fue a esa hora evitando ser señalada o juzgada, sabía que a esa hora no iba a encontrarse con nadie, Jesús toma la iniciativa de hablarle a la mujer, ella se sorprende al ver que Él siendo judío y Hombre le estuviera hablando, Jesús simplemente le mostró su amor y la llevo a que pusiera su mirada en Él, si Jesús nos dice hoy a nosotros ´dame agua´, ¿Que nos estaría demandando Dios, que busca Dios de nosotros si nos dijera estas palabras? Nosotros demandamos mucho de Él, todo el tiempo le pedimos, pero nunca nos preguntamos ¿Qué quiere Él de nosotros?
Cuando comenzamos a conocer a Jesús y vivimos una fe genuina, vivimos a la expectativa con Él y sus detalles para quienes le aman, Jesús le dice a la samaritana que Él le daría agua viva, Jesús es nuestra fuente de agua viva, pero cuando Cristo no es Él centro de nuestra vida, no somos mas que cisternas rotas que no retiene el agua de vida que Dios da, Él es Él único que nos puede saciar, entonces hoy renunciemos a esas cisternas rotas.
V.11-24 Jesús no le hablaba a ella del agua física, de esa agua que nos hace dependientes, Él estaba hablando de Él, de que al ir a su Presencia vamos a ser saciados, cuando nosotros buscamos saciarnos en otras cosas o personas nos estamos volviendo esclavos de ello Jesús desnuda la condición y el corazón de la mujer al confrontarla con su pecado, le mostró que Él le conocía, Jesús conoce todo de nosotros desde antes de llamarnos a Él, Jesús lo que pretende al confrontarla y confrontarnos con nuestro pecado es que entendamos que antes de recibir el agua que nos da vida eterna necesitamos reconocer nuestra condición y arrepentirnos de nuestro pecado, pero la mujer le voltea la hoja, a pocas personas les gusta ser confrontados, pero ella estaba viviendo un encuentro con Él mismo Jesús y era necesario que ella reconociera que era una pecadora y que ese pecado la tenía alejada de Dios.
La mujer samaritana pese a su pecado era una mujer religiosa y le pregunta a Jesús el lugar donde se debía adorar y Jesús le responde, el lugar no importa, lo que importa es como lo hacemos, lo importante es como esta nuestro corazón al presentarnos delante de ÉL en adoración, muchos hemos cumplido con una religión, pero ¿Hemos adorado a Dios en espíritu y verdad? Dios busca adoradores en espíritu y en verdad y cuando uno busca algo es porque no es muy común, quiere decir que escasean los adoradores en espíritu y verdad y Dios está buscándolos
V. 25-43 Ella sabía que venía un Mesías y Jesús se le presenta como Él Mesías prometido y dice que dejo el cántaro, este representaba su seguridad, pero cuando conoció a Jesús dejo su cántaro, cuando tenemos un encuentro verdadero con Cristo dejamos lo que sea.
Los discípulos insistían a Jesús que comiera, pero Él les dice que Él tiene otro alimento que comer, esto quiere decir que Jesús sabía que Él había venido a cumplir la voluntad del Padre y les estaba diciendo, yo antes de comer estaba cumpliendo la labor encomendada por Él Padre, su comida era hacer la voluntad del Padre, que bueno que nosotros le diéramos prioridad a esto, a cumplir la voluntad de Dios y no permitir que se nos valla la vida en las cosas vnales y perdamos el propósito con el cual Dios nos ha llamado, pidámosle a Dios esa determinación y cada día trabajar en pos del propósito de Dios para nuestra vida, Jesús nos deja ver que no hay tiempo que perder, las personas tienen necesidad de Dios y tristemente nosotros no estamos haciendo lo que Dios pide y quiere que hagamos, estamos siendo indolentes y muchas veces poseemos una grande habilidad para señalar, en lugar de orar por amor y misericordia de Dios para las demás personas, este es el tiempo de salir a cosechar.
V.43-54 Jesús expresaba que nadie es profeta en su propia tierra, porque Jesús venia de Samaria un lugar donde había prejuicios y aun así al escuchar a Jesús le creyeron y le aceptaron, ahora llega a su propia tierra, pero allí no encontró mucha fe.
Había allí un funcionario, quien pese a su posición no le importo ir y suplicarle a Jesús que sanara a su hijo, Jesús no necesito ir hasta la casa de él, por eso Jesús le pregunta si necesita ver las señales para creer, y este hombre creyó lo que Jesús le dijo y emprendió el regreso hacia su casa es decir fue obediente, no solo creyó el sino que creyó toda su casa, lo que nos muestra que para Dios no hay nada imposible, definitivamente la fe es un regalo que crece de acuerdo con nuestra obediencia,
Citas anexas
Jeremías 2:13
Salmo 42:1-2
Juan 7:38
Juan 6:35
Éxodo 7:10-13
Juan 1:11
REFLEXIONEMOS
¿En quién o en que estas buscando saciarte?
¿Eres tú un adorador o adoradora en espíritu y verdad?
¿Cuál es el cántaro que hoy tienes que dejar?
Estaremos felices de recibir tus aportes.
Mil bendiciones
Devocional: Ana María Restrepo
Edición de texto: Andrea Aguirre
Todos los dias tenemos sed de Jesucristo por eso siempre hablemos de nuestro Dios para dar siempre esa luz que el quiere ver 💪💪😘❤